lunes, 20 de octubre de 2008

Unidad de Cuerpo y Mente

Los tratamientos médicos psicosomáticos en Occidente se basan en descubrimientos científicos relativamente recientes, que tienen en cuenta las relaciones entre el cuerpo y la mente, en lo que respecta a las enfermedades físicas. Dentro del budismo, siempre se ha considerado que el cuerpo la mente tienen una relación de inseparabilidad; este principio está indicado en el término “shikishin funi”. “Shiki” significa materia y, también, todos los fenómenos físicos, incluido el cuerpo humano. “Shin” se refiere a los fenómenos espirituales y a las actividades de la razón , los sentidos, la emoción y la volición. “Funi” es la abreviación de nini-funi, que significa, literalmente, “dos pero no dos”. Esta expresión, en apariencia contradictoria, se comprende claramente cuando se convierte en “dos en los fenómenos, pero no dos en su esencia”.
Aunque lo material y lo espiritual son dos clases diferentes de fenómenos, son en esencia, indivisibles. Cuando una persona está en estado de excitación, su corazón late más rápidamente de lo ordinario. El sufrimiento o la angustia profundos provocan el debilitamiento de la fuerza vital, en tanto que una vida rica en energía renueva el cuerpo y la mente. De la misma manera, los delicados cambios en los estados emocionales o mentales de un individuo emergen a la superficie y se manifiestan visiblemente en las expresiones del rostro, o en alguna otra parte del cuerpo.
Todo esto es fácilmente comprensible; sin embargo, es sólo una pequeña parte del concepto de la unidad del cuerpo y la mente. La materia y el espiritu son igualmente básicos, y están unidos como un todo inseparable, cuya función es generar la actividad de la vida, ésta jamás se manifiesta sin ambos. El concepto explica la vida en términos de la unidad de los dos aspectos y transmite con más profundidad la naturaleza de la existencia fenoménica en lo que respecta a su relación con la realidad última. La distinción entre lo material y lo espiritual atañe al nivel de los fenómenos y su unidad esencial, a la realidad esencial de la vida. En el Ongi kuden (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), Nichiren Daishonin afirma:”El supremo principio revela que lo físico y lo espiritual son uno e inseparables dentro de la realidad última de la vida”. La unidad de cuerpo y de la mente es una expresión de la realidad última de la vida. Tratar de comprender esa unidad fuera del ámbito de la realidad de la vida implica un absurdo error de entendimiento.
Cuando se interpreta la relación entre el cuerpo y la mente desde la perspectiva de las tres verdades, los fenómenos físicos corresponden a la existencia temporaria (ke), y los fenómenos espirituales, a la no-substancialidad (ku). A su vez, la realidad esencial de la vida, es decir, la unidad espiritual y lo físico, puede ser aprehendida mediante la percepción del Camino Esencial (chu). La misma relación se explica también según el principio de los tres cuerpos o propiedades de la vida del Buda.

Fundamentos del Budismo, pags. 61 - 62

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